Comenzando
Una vez que has entrenado, independizado de la polla de tu marido y
aumentado tu confianza, es el momento de comenzar. La primera sumisión
de tu esposo es la fase del proceso más desafiante. Aunque él desee ser
tu esclavo se va a resistir. Hay muchas razones por las que él actuará
así, como los estereotipos de género y los años de rutina entre ustedes
dos, pero primero y más importante está el hecho de que él querrá
seguir mandando en la relación. No sólo puede que él no acepte que
desea ser tu perra, sino que quizá tampoco lo acepte para sí mismo.
Jamás te dará el poder sobre él aunque lo desee. Esto violaría su
virilidad. Necesitas arrebatarle ese poder – es la única manera.
Durante este tiempo el poder en su relación estará en flujo. Ninguno de
los dos estará seguro de dónde se encuentra el otro. Esta incertidumbre
será incómoda para los dos porque así es la naturaleza humana. Tendrás
dudas como “¿estoy siendo demasiado dura con él?”, “¿fue esto una
buena idea?”, “¿arruinaré nuestro matrimonio?”. Estos son pensamientos
completamente normales, pero nunca debes compartirlos con tu esposo.
Deberán ser tu propia carga. Compartir pensamientos de incertidumbre
sólo insertará duda en su mente y mostrará debilidad. Su incertidumbre
será el doble que la tuya, así que será mejor que seas su guía.
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