domingo, 3 de enero de 2016
Introduccion Para convertir a tu esposo en Cornudo
Sé mala
Una vez que le has dicho que las cosas cambiarán en la casa, tendrás que seguir adelante. Recuerda, él no te dará el control, debes arrebatárselo. Básicamente tendrás que ser mala con él. Si se te dio una formación humanista esto quizá no vaya a ser fácil para ti. Se te enseñó que debes tratar a las otras personas como deseas que se te trate a ti. Esta es una de las más difíciles partes de la dominación femenina porque estarás rompiendo esta regla de oro, pero una vez que lo hayas hecho se vuelve algo natural.
Inicia quitándole aspectos de su vida. Una de las primeras cosas que puedes hacer es alejarlo de su identidad. Por ejemplo, feminiza su nombre; Carlos puedes ser Carla, Roberto puede ser Bety. O infantiliza su nombre; Juan puede ser Juanito, Ricardo puede ser Riky. Tu principal objetivo es asociarlo con algo débil – históricamente mujeres y niños. A continuación sostén una plática acerca de este tema. Hazle saber que le estarás llamando de esta nueva manera desde ahora.
Otra cosa, ya no le permitas llamarte por tu nombre. Sólo entre iguales se pueden llamar por su nombre. Oblígalo a referirse a ti como “ama” o “diosa”. Cuando le preguntes algo que deba ser un sí o un no, haz que te conteste “sí, ama” o “no, ama”. Esto ayudará a condicionarlo como un subordinado.
En el mismo contexto, puedes llamarlo con sobrenombres como “pequeño” o “diminuto”. Y refiérete a su pene como “micropolla/miniverga”. Esto hará mayor su inseguridad en relación al tamaño de su pene, y si nunca ha tenido inseguridad, la comenzará a tener.
Otros ejemplos de ser mala con tu esposo son tomar su tiempo libre para que realice tareas, alejarlo de su dinero y posesiones exigiéndole que gaste poco en él, y limitando su vida sexual negándole sexo. Empieza con poco, pero firmemente. Lo quieres sumiso y te quieres dominante. Por ejemplo, haz que haga la cama a partir de ahora en vez de que tú lo hagas. Incluso algo tan intrascendente como hacer la cama tendrá un efecto sobre su sumisión. Cuando sientas que sea el momento adecuado puedes añadir tareas a sus responsabilidades, "cariño, ya que estás haciendo un gran trabajo al hacer la cama todos los días, a partir de ahora también tendrás que limpiar toda la habitación cada mañana".
Tómate tu tiempo para ser mala. Es más importante que estás cómoda con el proceso, que el proceso en sí mismo. Te estás entrenando para ser la hermosa y terrible esposa cuyo esposo desea complacer. Sé estricta con las reglas que impones. Si tu esposo no quiere sacar la basura hazle saber tu descontento. Castígalo con consecuencias reales si te desobedece.
Los castigos pueden variar dependiendo de tu estilo. Puedes ser pasiva agresiva limitándole el sexo. Puedes ser muy agresiva golpeándolo. Puedes obligarlo a hacer algo pervertido como comer su propio semen. Sólo asegúrate de comunicarte con él en el momento en que comete una desobediencia, para que sea consciente de que le castigarás por eso.
Introduccion Para convertir a tu esposo en Cornudo
Aborda el tema
Definitivamente querrás hacerle saber lo que está pasando. Si él no lo sabe ¿cómo podrá ser parte del juego? Recuerda, tu marido desea ser marido consentidor. Lo único que necesitas es romper el hielo. Por ejemplo:
¿Alguna vez te ha comentado acerca de hacer un trío, swingers o algo extramarital? Si lo hizo, puede ser un buen punto de partida. Primero, calienta a tu marido de una manera en la que puedas seguir hablándole, por ejemplo, masturbándolo. Una vez que esté cerca del orgasmo pregúntale “cariño, ¿recuerdas cuando me preguntaste sobre tríos? ¿Aún te llama la atención el tema?”. Evalúa su reacción. Sus ojos pueden encenderse o su corazón comenzar a latir más rápido. Él va a tratar de ocultar su emoción, por supuesto.
Él preguntará “¿en verdad te llama la atención?”
Y tú podrás decir, “bueno, he estado pensando acerca de eso. Sería divertido realizar algunos cambios”.
O si sospechas que tu marido se masturba a menudo, intenta sorprenderlo en el acto. Entonces lo podrás llevar al infierno.
“Cariño, ¡esto es el colmo! Esta es la última vez que te sorprendo masturbándote. Es irrespetuoso y desagradable. ¡Las cosas van a cambiar a partir de ahora!"
Estos son sólo unos ejemplos de cómo iniciar a tu marido. Ten en cuenta la diversidad de maneras. También toma nota de que no se mencionan frases como “poner los cuernos”. En esta primera fase no hay necesidad de ser específicos. Lo único de lo que debes estar preocupada es de que el mensaje principal sea: "las cosas van a cambiar". De todas las historias que hayas leído acerca de esposas que ponen cuernos consentidos a sus maridos, elije el método que te sea más cómodo.
Definitivamente querrás hacerle saber lo que está pasando. Si él no lo sabe ¿cómo podrá ser parte del juego? Recuerda, tu marido desea ser marido consentidor. Lo único que necesitas es romper el hielo. Por ejemplo:
¿Alguna vez te ha comentado acerca de hacer un trío, swingers o algo extramarital? Si lo hizo, puede ser un buen punto de partida. Primero, calienta a tu marido de una manera en la que puedas seguir hablándole, por ejemplo, masturbándolo. Una vez que esté cerca del orgasmo pregúntale “cariño, ¿recuerdas cuando me preguntaste sobre tríos? ¿Aún te llama la atención el tema?”. Evalúa su reacción. Sus ojos pueden encenderse o su corazón comenzar a latir más rápido. Él va a tratar de ocultar su emoción, por supuesto.
Él preguntará “¿en verdad te llama la atención?”
Y tú podrás decir, “bueno, he estado pensando acerca de eso. Sería divertido realizar algunos cambios”.
O si sospechas que tu marido se masturba a menudo, intenta sorprenderlo en el acto. Entonces lo podrás llevar al infierno.
“Cariño, ¡esto es el colmo! Esta es la última vez que te sorprendo masturbándote. Es irrespetuoso y desagradable. ¡Las cosas van a cambiar a partir de ahora!"
Estos son sólo unos ejemplos de cómo iniciar a tu marido. Ten en cuenta la diversidad de maneras. También toma nota de que no se mencionan frases como “poner los cuernos”. En esta primera fase no hay necesidad de ser específicos. Lo único de lo que debes estar preocupada es de que el mensaje principal sea: "las cosas van a cambiar". De todas las historias que hayas leído acerca de esposas que ponen cuernos consentidos a sus maridos, elije el método que te sea más cómodo.
Introduccion Para convertir a tu esposo en Cornudo
Comenzando
Una vez que has entrenado, independizado de la polla de tu marido y aumentado tu confianza, es el momento de comenzar. La primera sumisión de tu esposo es la fase del proceso más desafiante. Aunque él desee ser tu esclavo se va a resistir. Hay muchas razones por las que él actuará así, como los estereotipos de género y los años de rutina entre ustedes dos, pero primero y más importante está el hecho de que él querrá seguir mandando en la relación. No sólo puede que él no acepte que desea ser tu perra, sino que quizá tampoco lo acepte para sí mismo. Jamás te dará el poder sobre él aunque lo desee. Esto violaría su virilidad. Necesitas arrebatarle ese poder – es la única manera.
Durante este tiempo el poder en su relación estará en flujo. Ninguno de los dos estará seguro de dónde se encuentra el otro. Esta incertidumbre será incómoda para los dos porque así es la naturaleza humana. Tendrás dudas como “¿estoy siendo demasiado dura con él?”, “¿fue esto una buena idea?”, “¿arruinaré nuestro matrimonio?”. Estos son pensamientos completamente normales, pero nunca debes compartirlos con tu esposo. Deberán ser tu propia carga. Compartir pensamientos de incertidumbre sólo insertará duda en su mente y mostrará debilidad. Su incertidumbre será el doble que la tuya, así que será mejor que seas su guía.
Una vez que has entrenado, independizado de la polla de tu marido y aumentado tu confianza, es el momento de comenzar. La primera sumisión de tu esposo es la fase del proceso más desafiante. Aunque él desee ser tu esclavo se va a resistir. Hay muchas razones por las que él actuará así, como los estereotipos de género y los años de rutina entre ustedes dos, pero primero y más importante está el hecho de que él querrá seguir mandando en la relación. No sólo puede que él no acepte que desea ser tu perra, sino que quizá tampoco lo acepte para sí mismo. Jamás te dará el poder sobre él aunque lo desee. Esto violaría su virilidad. Necesitas arrebatarle ese poder – es la única manera.
Durante este tiempo el poder en su relación estará en flujo. Ninguno de los dos estará seguro de dónde se encuentra el otro. Esta incertidumbre será incómoda para los dos porque así es la naturaleza humana. Tendrás dudas como “¿estoy siendo demasiado dura con él?”, “¿fue esto una buena idea?”, “¿arruinaré nuestro matrimonio?”. Estos son pensamientos completamente normales, pero nunca debes compartirlos con tu esposo. Deberán ser tu propia carga. Compartir pensamientos de incertidumbre sólo insertará duda en su mente y mostrará debilidad. Su incertidumbre será el doble que la tuya, así que será mejor que seas su guía.
Consejos Para Ser Buen Cornudo
Limpia el desastre. Hay diferentes maneras de hacer esto, pero todas son parte de la responsabilidad sumada al placer de ser un marido cornudo. Hay algunos esposos que gustan de limpiar con la lengua el semen que los corneadores han dejado encima del cuerpo de su esposa e, incluso, algunos (en parejas que tienen sexo sin protección) esperan con ansia el momento en que el single se venga dentro de la esposa para beber directamente de ahí. Yo me remito a limpiar el esperma del cuerpo de mi esposa con ayuda de una toalla húmeda y levantar los condones del piso. Es algo que también me causa mucho placer.
¿Qué gana la mujer o Hotwife?
¿Qué gana la
mujer o Hotwife?
La mujer puede
ganar en varias cosas:
Por un lado puede tener una vida sexual más
plena, sin cortapisas sociales donde puede llevar el control de la relación. Además
en una relación cuckold, el marido no la va a engañar, por lo que no tiene que
preocuparse por este tema. Él siempre le va a ser fiel.
En muchos
casos da rienda suelta a su idea oculta de mantener el control de la relación.
Es conocida por estudios psicológicos, que en el tema de las relaciones de
sumisión, la mujer tiene en muchos casos la fantasía oculta de dominar a su
pareja masculina. Esto no es más que una rebeldía hacia el papel que ha tenido
que soportar la mujer en las culturas durante siglos, donde el papel
protagonista ha sido siempre para los hombres.
Por otra parte también puede dar
rienda suelta a su parte sumisa, gozando sexualmente de hombres que la dominen
y que no encuentra en su pareja habitual.
Por otra parte al existir más de un hombre, su
marido va a estar mucho más atento de ella, compitiendo con los amantes de su
mujer. En los estudios publicados, las mujeres dicen tener una vida mejor,
donde se sienten de nuevos deseadas. También comentan sentirse mucho más
atendidas por su pareja y en general con una mayor alegría en su vida.
Todo esto
además tiene su base psicológica en la herencia genética de las mujeres y en su
necesidad de cuidar de su descendencia.
Las mujeres
no se sienten atraídas en todo momento por el mismo tipo de hombre. Por un lado
tienden a buscar un hombre físicamente atractivo. Lo que antiguamente sería un
buen cazador. Fuerte y físicamente agradable.
Por otra
parte tienden a buscar un hombre que pueda hacerse cargo durante muchos años
del cuidado de su prole. Un hombre inteligente, cariñoso, fiel y con un buen
status económico.
Si ambos
tipos convergen en una sola persona, enhorabuena, es el hombre ideal. Pero
mayoritariamente no tiene por qué coincidir. El primero es el típico malote de
las películas, el ligón del que las mujeres no se pueden fiar. El segundo es el
chico bueno, más feúcho pero que sabe que jamás la va dejar tirada cuando lo
necesite. En el caso de la vida cuckold, la mujer ya tiene su chico bueno, y
puede coger cuando le apetezca con quien le atraiga sexualmente.
Y en último
lugar dado que no suele ser el caso de un amplio sector de esta comunidad, la
mujer puede conseguir carencias que tiene con su marido. En algunos casos
meramente sexuales (persona que hace mal el sexo, problemas físicos para
mantener relaciones, órganos sexuales demasiado pequeños, etc.), pero en otros
casos encuentran algo que le falta en casa como puede ser romanticismo,
aventuras, etc. Es decir un complemento a su marido.
Introduccion Para convertir a tu esposo en Cornudo
Introducción
Convertir a tu esposo en un cornudo consentidor puede ser una de las más provechosas cosas que jamás hayas hecho. Un marido exitosamente convertido en cornudo consentidor será completamente sumiso. Satisfará todos tus anhelos sexuales, manejará todos los aspectos mundanos de tu vida, te permitirá dormir con quien tú desees, se sujetará a sí mismo a toda la humillación que tú quieras y, por supuesto, te amará incondicionalmente.
Pero sé cautelosa, lograr que él sea un cornudo consentidor puede también ser uno de los más difíciles retos. El proceso es largo, complicado, agotador y de ningún modo conlleva un éxito seguro. La tensión en tu matrimonio será increíble, y el éxito puede tomar semanas o meses. Sin embargo, al final el esfuerzo bien podrá valer la pena.
Espero que esta guía ayude a educar a las mujeres sobre la manera de comenzar el maravilloso viaje hacia la dominación femenina y alivie algunas de las aprensiones que pueden impedir a una mujer intentarlo. Después de leer este artículo, será más claro que hacer cornudo consentidor a tu marido no es tan difícil como parece, y que conseguir esta hazaña es más posible de lo que pensabas.La principal causa por la que una mujer no cornea a su marido es porque cree que a él jamás le gustaría algo así – que no es el tipo de sujeto que pueda gustar de algo así. Este es un mito que debe ser disipado de inmediato. Muchos cornudos consentidores comienzan como esposos comunes. Tu marido puede ser tan varonil como cualquiera, pero no te preocupes, hacerlo cornudo consentidor es a menudo sólo cuestión de ayudarle a descubrir su lado sumiso. Ten en mente que debajo de todo su machismo y orgullo hay un tonto adorador de pollas que te suplica lo obligues a hacer todo tipo de guarradas.
Convertir a tu esposo en un cornudo consentidor puede ser una de las más provechosas cosas que jamás hayas hecho. Un marido exitosamente convertido en cornudo consentidor será completamente sumiso. Satisfará todos tus anhelos sexuales, manejará todos los aspectos mundanos de tu vida, te permitirá dormir con quien tú desees, se sujetará a sí mismo a toda la humillación que tú quieras y, por supuesto, te amará incondicionalmente.
Pero sé cautelosa, lograr que él sea un cornudo consentidor puede también ser uno de los más difíciles retos. El proceso es largo, complicado, agotador y de ningún modo conlleva un éxito seguro. La tensión en tu matrimonio será increíble, y el éxito puede tomar semanas o meses. Sin embargo, al final el esfuerzo bien podrá valer la pena.
Espero que esta guía ayude a educar a las mujeres sobre la manera de comenzar el maravilloso viaje hacia la dominación femenina y alivie algunas de las aprensiones que pueden impedir a una mujer intentarlo. Después de leer este artículo, será más claro que hacer cornudo consentidor a tu marido no es tan difícil como parece, y que conseguir esta hazaña es más posible de lo que pensabas.La principal causa por la que una mujer no cornea a su marido es porque cree que a él jamás le gustaría algo así – que no es el tipo de sujeto que pueda gustar de algo así. Este es un mito que debe ser disipado de inmediato. Muchos cornudos consentidores comienzan como esposos comunes. Tu marido puede ser tan varonil como cualquiera, pero no te preocupes, hacerlo cornudo consentidor es a menudo sólo cuestión de ayudarle a descubrir su lado sumiso. Ten en mente que debajo de todo su machismo y orgullo hay un tonto adorador de pollas que te suplica lo obligues a hacer todo tipo de guarradas.
Consejos Para Ser Buen Cornudo
Fomenta el flirteo de otros con tu esposa. Saber
que tienes una esposa atractiva y colocarla en situaciones en que otros
hombres puedan coquetearle es otro de los deportes favoritos de un
esposo cuckold. Estar, por ejemplo, en una fiesta y dejarla platicando
con un hombre mientras tú conversas con otro grupo de personas es
divertido y permite que ella se sienta halagada con el cortejo. Si él la
saca a bailar habrás ganado otro pretexto para masturbarte una vez que
lleguen a casa —de preferencia conversando con ella sobre el coqueteo—.
Cornudo, Casada y Corneador
Cornudo, Casada y Negro.
El cornudo o
cuckold. El hombre de la pareja. Disfruta viendo o pensando en que su mujer
mantiene relaciones sexuales con otros hombres. Hay que distinguir esta
fantasía de otras como el intercambio de parejas. Aquí el hombre no quiere
mantener relaciones con otras mujeres. Únicamente disfruta con las relaciones
que mantiene su mujer con otras personas. La pareja que practica estos juegos
son en gran parte parejas que llevan mucho tiempo juntas, que no solo el hombre
no ha perdido el interés sexual por la mujer, sino que es el centro de su vida sexual,
su musa y una mujer que adora y de la que está profundamente enamorado. La
quiere tanto que su mayor deseo es que disfrute todo lo que pueda, en algunos
casos (en pocos todo hay que decirlo, de cosas que el marido no puede
ofrecerle). El cornudo es capaz de compartir su mujer son otros hombres si se
trata de una situación únicamente sexual, pero en la mayoría de los casos no
consentirá una relación sentimental. La mujer debe ser únicamente para el en un
plano estrictamente sentimental. Habitualmente el hombre tendrá una relación de
sumisión respecto a la mujer.
Mujer del
cornudo o Hotwife (mujer caliente). Parte de una relación de superioridad
respecto a su pareja. En la mayoría de los casos ha sido llevada a estos juegos
por su marido. No hará nada a espaldas del mismo e incluso disfrutara haciendo
ver a su pareja como mantiene relaciones con otros hombres. Sabe que es el
centro de la vida del cornudo y se aprovechara de ello. Será quien decida hasta
donde llegara este juego.
Corneador . Es el amante de la mujer o el hombre con quien se acuesta la Hotwife. Mantendrá
por norma general una relación estrictamente sexual con ella. Puede ser uno
solo o varios, así como un amante fijo que se repite a lo largo de un tiempo más
o menos extenso o bien un amante de un sola vez. El cornudo preferirá este
segundo tipo precisamente para que la mujer no pueda llegar a tener afecto al
corneador.
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