Los hombres y las mujeres emitimos sustancias químicas naturales
llamadas feromonas. Las feromonas son como perfumes. Cuando los miembros del
sexo opuesto las inhalan, el cuerpo del inhalador procesa información acerca de
la persona que está exudando las feromonas. Éste proceso se da de manera
subconsciente en una parte del cerebro llamada sinapsis. Al oler el perfume
natural de un hombre, tu cuerpo está procesando información acerca de su
sistema inmunológico, genética y hasta calcula sí será o no una buena pareja
sexual.
Es por eso que las mujeres se sienten atraídas a ciertos
hombres, y es por eso que seleccionan a un hombre específico para ser sus
esposos, porque las feromonas de ellos les dijeron que era un buen partido.
Esto hace que se enamoren de ellos. Lo mismo les pasó a ellos. Las feromonas de
su pareja le dijeron que ella era la mejor opción disponible. Sin embargo, esto
no significa que sean en realidad la pareja ideal, simplemente por un asunto
circunstancial era lo mejor disponible al momento.
La ventaja en la selección la tiene la mujer. Si ella tiene
los adjetivos que hemos descrito, por lo general tendrá varios sementales
persiguiéndola, exudando sus feromonas y tratando de atraerla. Ella usualmente
seleccionará el mejor para ella, pero si después aparece un mejor partido, ella
siempre estará tentada a hacer el cambio por esa mejor pareja si se le
presentara la oportunidad. Las mujeres suelen ser criaturas volubles en este
sentido.